Palisandro Luang en China es el más nuevo y lujoso resort de Prabang.
Promete una estancia como inigualable a ninguna otra.
Las antiguas maravillas de Laos son una gran oportunidad cultural y una visión de la rica cultura que rodea el área.
Las montañas de Laos, la impresionante puesta de sol del Mekong y las octavas maravillas del mundo.
Todo eso combinado con el exquisito lujo de crear el destino más deseable para los amantes de la cultura, que quita el aliento paisajes y relajación.
La antigua capital real de Laos fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1995, y no es difícil decir por qué.
La pintoresca ciudad es acogedora, la anidada en la base de las montañas boscosas que se erigen sobre el pueblo y el río Mekong.
El lujoso resort fue creado y diseñado por el renombrado arquitecto americano Bill Bensley, cuyo estilo de firma se basa en tomar un concepto y estirar más allá de la imaginación.
De una estación de montaña de Laos a principios del siglo XX, la cual es la base de este innovador resort.
El Luang Prabang comenzó a funcionar hace apenas unos meses.
El resort de lujo Rosewood cuenta con 23 villas, espaciosas suites e incluso tiendas de campaña.
Todas las opciones de alojamiento tienen espléndidas vistas a la montaña y están amuebladas y decoradas individualmente y de manera única.
El complejo está a solo diez minutos del centro histórico del pueblo y ofrece fácil acceso a todos los hermosos e inspiradores destinos alrededor de la zona.
El complejo ha sido diseñado con gusto para celebrar la cultura de la provincia de Luang Prabang y la exposición de la diversidad de los tribus, viajeros y exploradores que pasaron a través del área que deja su marca.
El francés Auguste Pavie era un gran explorador que a finales del siglo XIX, se arregló para gobernador de Luang Prabang.
El complejo celebra los viajes aventureros de muchos otros exploradores notables que usaban el río Mekong en la década de 1860.
Las tiendas de campaña en la cima de la colina del resort son un retroceso a una era pasada.
Hay seis tiendas de campaña de 75 metros cuadrados cada una, y cada una de ellas está dedicada a una tribu que solía vivir en la ubicación.
Las carpas tienen una decoración ornamentada, con textiles distintivos étnicos y antigüedades originales.
De hecho, todas las habitaciones tienen artefactos y adornos que cuentan sus propias historias.